domingo, 2 de enero de 2011

te pienso.


Era de noche. Maldito insomnio que me hace recordarte. Y a veces duermo, sí, sólo quiero dormir porque es la única manera de soñar que todo sigue como antes. Cuando éramos tú y yo, o, más bien, cuando eras tú y yo te seguía. ¿Y ahora? Ha pasado tanto tiempo… Ya no como. ¿Para qué? Me alimento de lo que nunca me dijiste, o mejor dicho, de lo que me dijiste demasiado tarde, de aquello que tanto esperaba y nunca sucedió, de los besos que jamás me diste y que yo te di sin que te dieras cuenta. Y ahora, dime… ¿estás pensando en mí?

sábado, 1 de enero de 2011

débil.

Lo que hice... lo hice porque me importas. Y lo que suceda a partir de este momento no quiero que venga predeterminado porque te sientas en la necesidad de devolverme el favor. Además, después de esto, no estamos en igualdad de condiciones. Ya no es ningún secreto lo que siento por ti.